Los alcaldes de la comarca del Condado han conocido los detalles del proyecto de obra para la conexión de Sorihuela del Guadalimar y la autovía Bailén-Albacete (A-32) en el que la se van a invertir 6,9 millones de euros de la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Jaén. El objetivo de esta actuación es que la vía esté preparada para soportar el incremento de tráfico procedente de la autovía A-32, además de propiciar desplazamientos más seguros y rápidos para el conjunto de la comarca de El Condado.
Su construcción no sólo acortará las distancias, sino que ayudará a la actividad económica de la zona con el movimiento de mercancías o para el turismo, ya que esta carretera servirá de eje para unir la zona Norte con la Sur de la comarca, y las dos vías principales de comunicación (A-312 y A-301). El presupuesto base de licitación de la obra asciende a 6.898.952 euros y forma parte de las actuaciones que están cofinanciadas con fondos europeos Feder a través de la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Jaén. La obra tiene un plazo de ejecución de 12 meses y se prevé el inicio para el último cuatrimestre de este año.
La actuación consiste en el acondicionamiento de la A-6201, ampliando y mejorando la plataforma. Además, desde el inicio del trazado (N-322/A-32) hasta el río Guadalimar, se ejecutará un carril de vehículos lentos adicional de 4 kilómetros de longitud. En el tronco principal se proyectan dos intersecciones en T que dará acceso a la que será antigua A-6201 (acceso directo a Villanueva del Arzobispo), que quedará como vía de servicio a la actual, y otra que dará acceso a la Ermita de Santa Quiteria. También se proyecta construir una nueva estructura sobre el río Guadalimar, un puente de 112 metros de longitud, con una capacidad de desagüe comprobada para 500 años de período de retorno, con tres vanos con tablero de hormigón armado con doble viga. Por último, se ejecutarán obras de drenaje con casi 10.000 metros lineales de cuneta. Se disponen además muros de escollera, con un montante total de unos 7.755 metros cúbicos de escollera que se sitúan allí donde el terraplén descansa en zona inundable, a efectos de mejorar la estabilidad del talud frente a avenidas.
